Hay quienes creen, que la felicidad depende de las circustancias o de los genes, pero lo cierto es que depende de algo mucho más sencillo y que además está en nuestra mano cambiarlo, y esto es nuestra actitud. La actitud puede ser la diferencia entre alcanzar una meta o rendirse, también determinará si un problema grave saca a relucir lo mejor o lo peor de ti.
Hay quienes creen, que la felicidad depende de las circustancias o de los genes, pero lo cierto es que depende de algo mucho más sencillo y que además está en nuestra mano cambiarlo, y esto es nuestra actitud. La actitud puede ser la diferencia entre alcanzar una meta o rendirse, también determinará si un problema grave saca a relucir lo mejor o lo peor de ti.
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